Desde hace unos días tienes una luz especial que irradia
toda tu belleza, belleza exterior e interior se juntan en la misma emisión. Me
tienes maravillada. No puedo dejar de mirarte, y aunque intento hacerlo cuando
no estás atenta, siempre me descubres deslumbrada por el bello fulgor que
emanas, embobada con la mirada fija en ti. Me gusta contemplarte cuando friegas
platos porque estás de espalda y tú no me ves. Te giras de golpe para decirme
algo y descubres que estoy a años luz de ti, lo que no sabes es que me hallo
dentro de ti, buscando la fuente de tu belleza. Me cuesta salir de la
ensoñación. Desconoces, también, que me gusta aparecer de repente mientras tú
estás ocupada y apoyarme en el quicio de la puerta, bajo ese dintel tan querido
por mí, y mirarte a mis anchas entre respiraciones profundas y deseos
controlados. Tú y solo tú das el brillo perfecto a mi vida.
2 comentarios:
Dintel, que bonito escribes.
Precioso!
Y qué cierto, el poder mirar a la persona que amas sin que se de cuenta...
;)
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