Llevo dos días deseándote con todas mis fuerzas, bebiendo la
imagen que de ti tengo archivada en mi alma y cerrando los ojos para no perder
las sensaciones que tú me causas. Tu ausencia, esta vez, ha calado más hondo
que nunca y llevo a flor de piel todo lo que me haces sentir. He lentificado mis
gestos para colocar tu mirada entre ellos, he aminorado mis acciones
recreándote a mi lado. Tumbadas en el sofá, las horas muertas y yo, hemos
vivido una y otra vez el deseo de sentir tu piel sobre la mía, de robarte de
imprevisto un beso, de acariciar tu piel, tu corazón y tu pelo, de perderme en
tus ojos azules y de susurrarte al oído cuánto te quiero. Ni como, ni vivo, ni
sueño, solo tengo ganas de ti, cuando no te tengo.
3 comentarios:
Dintel, justo hoy estoy regresando a mi casa, que sensación más intensa el que te añoren.
Besos
Me place, y me complace, que haya recuperado su brazo y sus manos, además de su, antaño, perdida creatividad, Sra. Dintel.
He disfrutado mucho del paseo por su blog.
Confío en que se haya recuperado del trance de la (nefasta) experiencia de la resonancia magnétoca, y que los resultados le confirmen que su codo está completamente bien.
Reciba un cariñoso saludo, de ésta, que lo es,
Mármara
Preciosa añoranza la que describes.
;)
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