28/1/18

Me sigo sorprendiendo con la vida y la gente

Cuando cae algo al suelo, dejo de hacer lo que estoy haciendo para recogerlo. Me da la sensación que no debo permitir que esté tirado más de lo imprescindible, que es desde que toca el suelo hasta que lo recojo lo antes posible.

Siempre lo ha hecho así. Y siempre he pensado que debía hacerse así, y que todo el mundo lo hacía así. Pues no. El otro día en el trabajo descubrí que no todo el mundo lo hace así. Hay gente que no deja de hacer las cosas para recoger lo que se ha caído. Una vez acabado lo que estaba haciendo, lo recoge.

Todo un mundo. Todo un mundo. A mi edad, descubrir esto… sin comentarios. 

Pues bien atónita me tiene porque pensaba que la forma correcta, funcional y adecuada era la mía. Y lo que es mejor, ahora estoy analizando qué tiene de malo la otra forma. ¿Qué pasa si el objeto está más rato en el suelo? Una vez se ha caído ya no tiene importancia.

En fin, filosofía barata de domingo.

2 comentarios:

Nosu dijo...

Y así con todas las cosas en lal vida. Aceptar que las maneras de hacer de los demás también son válidas y no tenemos la verdad absoluta, es un ejercicio muy importante.
Y complicado.

dintel dijo...

Nosu, creía que ya lo tenía claro, pero ya ves que no.