Renovarse o morir, esa es la cuestión. ¡Qué va! No hay
cuestión que valga más allá de la supervivencia.
En el post de ayer no dije nada de mi nuevo título de blog.
Lo cambié, así, de repente, porque a pesar de que no creo que cambie para nada
el estilo de su contenido, sí que me imagino hablando “desde el quicio de la
puerta” y desde el punto de las entrañas en donde se “saca a todo el mundo de
quicio” (mi preferido). Ambos lugares perfectos para airear palabras y sintaxis,
coincidiréis conmigo.
Los tiempos han cambiado y yo también. Lejos me quedan las insómnicas
noches tecleando sin parar de vomitar palabras que el corazón prefería callar,
al abrigo de una pequeña luz de flexo y una buena copa de vino. Ahora, prefiero
chupar regaliz y beber infusiones varias, mordisquear chocolate o seguir con chupando
regaliz, pero todo ello a la luz del día. Deberé dejar la ilusión de la escritora
dipsómana para otra persona.
Voy a ver dónde me lleva esta nueva singladura. Navegar
sobre una puerta de madera maciza utilizando de mástil su llave (ha quedado un
poco… ¿verdad?).
4 comentarios:
pues me gusta mucho el nuevo nombre! me recuerda a mi comañero de piso, que siemrpe me habla desde el quicio porque no se atreve a entrar en el estudio jaja
Desde ese mismo punto escribo yo ahora.
Nosu, tengo un problema técnico con el blog, ¿me permites escribirte un correo a ver si me puedes dar luz a esta oscuridad qué poseo en torno a los interiores del blog?
muy sugerente el nuevo título. ¿Lanzando palabras desde la frontera? ¿Hacia el interior de qué? ¿Entrarás al final?
ya sabes quién soy. Como hace un par de siglos que no utilizo la identidad que me era habitual, pero me apetece ahora comentarte de manera identificable, utilizaré el nick de alonit. Es un guiño a mi nueva identidad, significa pequeña cadena. Un beso.
alonit, bienvenida de nuevo.
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