8/1/18

Buscando al conejo blanco

“No hay cosa más fuerte que el verdadero amor.” Séneca
“El amor mueve el Sol y las estrellas.” Dante Alighieri
“El amor es física y química.”  Severo Ochoa
“El amor, como la tos, no puede ocultarse.” Ovidio
“El enamoramiento es una enfermedad de la atención.” Ortega

He encontrado sin archivar una libreta antigua en cuyas primeras páginas hay anotadas frases e ideas sobre el amor. Como no las suelo datar, no tenía ni idea de qué época era esa hasta que he pasado un par de páginas y me he topado con la estructura de una coreografía que pertenece a una obra que escribí ya hace unos años y que monté más o menos por aquella época.

Vivía por entonces enamorada, creyendo que el amor era el sentido de cualquier vida, y compadeciendo a toda aquella persona que no estuviera enamorada. Todo brillaba con una luz especial, los días eran maravillosos y las noches más. Vida completa y feliz.

¡Ja! Vivir en la País de las Maravillas es lo que tiene: según tu estado de ánimo se ve de colores o en escala de grises.

Por aquel entonces todo era mágico y exaltado. El Conejo Blanco se paseaba por casa a la espera del desayuno, mientras que alargábamos las sábanas perdidas entre ese maravilloso amor que estábamos descubriendo. Patentamos los cumpledías porque de todo hacíamos una celebración, porque todo debía ser celebrado. El Sombrerero hacía sus mejores galas estrenado un sombrero tras otro para acudir a recibir la bendición de nuestro amor. Éramos la envidia de todos los países, incluso del Reino de NuncaJamás.

Dejadme encender unas velas, pues empieza el velatorio. Tanta exaltación, tanto amor, tantatontería, desapareció de golpe, tal como había venido. Se apagaron los brillos, las sábanas escocían nuestra piel y nunca más el Conejo Blanco apareció por casa. Silencios, miradas huidizas, bofetadas verbales y odios escondidos.

No era un amor verdadero, me dijeron; ¿así que no era amor verdadero lo que sentía? ¿Tanto puede engañarse una persona a sí misma? ¿Quién puede sobrevivir al amor verdadero, si este falso mío casi me mata de amor?

Desde hace tiempo, cada mañana me levanto temprano y salgo a buscar al Conejo Blanco. No lo encuentro y no desisto en el intento. Aunque cada día lo busco menos rato.

¿Alguien sabe por dónde anda?

8 comentarios:

Nosu dijo...

¿Qué es el amor verdadero?

Aunque a veces cueste reconocerlo cuando las cosas no han terminado como esperábamos, no significa que en sese momento no amáramos o nos amaran a tope.

Nabila dijo...

No hay amor verdadero o amor falso,cuando amas a alguien, la amas de verdad y eso no implica que cuando se acaba el amor haya sido falso más bien fue verdadero porque asi lo sentistes tu en tu interior.
El conejo blanco es tu ilusión, búscalo dentro de ti.
Momento idóneo, ya no tienes la bisagra echada, ya estás desde el quicio de la puerta , ahora sólo te queda abrir la puerta

dintel dijo...

Nosu, cierto, por lo que huelga la expresión "amor verdadero" de este fantástico mundo (¿o quizá por su fantasía existe?).

dintel dijo...

Nabila, ¿dentro de mí tengo el Conejo Blanco?. Lo de la bisagra no lo había visto así... ¡genial!

Anónimo dijo...

pensando en ello, supongo que una medida de un amor "verdadero" podría ser la sinceridad de sus protagonistas, aunque me cuesta imaginar qué demonios pueda ser eso de un "amor falso". ¿Quizá simular amor para lograr algún oscuro objetivo? Qué tema más espinoso. En todo caso seguro que el Conejo Blanco sigue cerca de ti, tarde o temprano acabará asomando las orejas. alonit

dintel dijo...

alonit, exacto, lo del "amor falso" da miedo. "Pitas, pitas, pitas..." se llama a las gallinas, ¿cómo se llama a los conejos?

Anónimo dijo...

jajaja creo que ya hemos tenido esta conversación. Pueden aparecer por casualidad, pero tienden a ser tímidos y esquivos, los malditos. Otra opción es buscarlos en sus madrigueras. alonit

dintel dijo...

Pa meterme en madrigueras estoy!!