“No hay cosa más fuerte que el verdadero amor.” Séneca
“El amor mueve el Sol y las estrellas.” Dante Alighieri
“El amor es física y química.” Severo Ochoa
“El amor, como la tos, no puede ocultarse.” Ovidio
“El enamoramiento es una enfermedad de la atención.” Ortega
He encontrado sin archivar una libreta antigua en cuyas
primeras páginas hay anotadas frases e ideas sobre el amor. Como no las suelo
datar, no tenía ni idea de qué época era esa hasta que he pasado un par de
páginas y me he topado con la estructura de una coreografía que pertenece a una
obra que escribí ya hace unos años y que monté más o menos por aquella época.
Vivía por entonces enamorada, creyendo que el amor era el
sentido de cualquier vida, y compadeciendo a toda aquella persona que no estuviera
enamorada. Todo brillaba con una luz especial, los días eran maravillosos y las
noches más. Vida completa y feliz.
¡Ja! Vivir en la País de las Maravillas es lo que tiene:
según tu estado de ánimo se ve de colores o en escala de grises.
Por aquel entonces todo era mágico y exaltado. El Conejo Blanco
se paseaba por casa a la espera del desayuno, mientras que alargábamos las
sábanas perdidas entre ese maravilloso amor que estábamos descubriendo. Patentamos
los cumpledías porque de todo hacíamos una celebración, porque todo debía ser
celebrado. El Sombrerero hacía sus mejores galas estrenado un sombrero tras
otro para acudir a recibir la bendición de nuestro amor. Éramos la envidia de
todos los países, incluso del Reino de NuncaJamás.
Dejadme encender unas velas, pues empieza el velatorio.
Tanta exaltación, tanto amor, tantatontería, desapareció de golpe, tal como
había venido. Se apagaron los brillos, las sábanas escocían nuestra piel y
nunca más el Conejo Blanco apareció por casa. Silencios, miradas huidizas,
bofetadas verbales y odios escondidos.
No era un amor verdadero, me dijeron; ¿así que no era amor
verdadero lo que sentía? ¿Tanto puede engañarse una persona a sí misma? ¿Quién
puede sobrevivir al amor verdadero, si este falso mío casi me mata de amor?
Desde hace tiempo, cada mañana me levanto temprano y salgo a
buscar al Conejo Blanco. No lo encuentro y no desisto en el intento. Aunque
cada día lo busco menos rato.
¿Alguien sabe por dónde anda?
8 comentarios:
¿Qué es el amor verdadero?
Aunque a veces cueste reconocerlo cuando las cosas no han terminado como esperábamos, no significa que en sese momento no amáramos o nos amaran a tope.
No hay amor verdadero o amor falso,cuando amas a alguien, la amas de verdad y eso no implica que cuando se acaba el amor haya sido falso más bien fue verdadero porque asi lo sentistes tu en tu interior.
El conejo blanco es tu ilusión, búscalo dentro de ti.
Momento idóneo, ya no tienes la bisagra echada, ya estás desde el quicio de la puerta , ahora sólo te queda abrir la puerta
Nosu, cierto, por lo que huelga la expresión "amor verdadero" de este fantástico mundo (¿o quizá por su fantasía existe?).
Nabila, ¿dentro de mí tengo el Conejo Blanco?. Lo de la bisagra no lo había visto así... ¡genial!
pensando en ello, supongo que una medida de un amor "verdadero" podría ser la sinceridad de sus protagonistas, aunque me cuesta imaginar qué demonios pueda ser eso de un "amor falso". ¿Quizá simular amor para lograr algún oscuro objetivo? Qué tema más espinoso. En todo caso seguro que el Conejo Blanco sigue cerca de ti, tarde o temprano acabará asomando las orejas. alonit
alonit, exacto, lo del "amor falso" da miedo. "Pitas, pitas, pitas..." se llama a las gallinas, ¿cómo se llama a los conejos?
jajaja creo que ya hemos tenido esta conversación. Pueden aparecer por casualidad, pero tienden a ser tímidos y esquivos, los malditos. Otra opción es buscarlos en sus madrigueras. alonit
Pa meterme en madrigueras estoy!!
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