12/10/19

El azar


No hay cosa que me turbe más que encomendar mi vida al azar. Llega a tanto el control que tengo sobre mí, que cuando descontrolo no me encuentro, un espacio abismal me separa de mí misma y sucumbo en mis propios reversos.

Supongo que prefiero potenciar lo que soy que lo que no tengo. Un verdadero trasiego, a veces, cuando el azar juega en mi contra.

Pocas veces el azar me favorece; se regocija en las asimetrías de mi deseo, percibe esa pequeña fluctuación emocional que sufro ante el descontrol y domina los efluvios que emanan de mi temperamento. No soporto que se me adelante, que me sorprenda y que con risa sardónica me muestre lo inacabada que soy.

No hay comentarios: