13/10/19

No hay escritura sin intranquilidad


Acabo de darme cuenta que tengo el teclado del ordenador portátil un poco sucio. No entiendo muy bien por qué ya que nunca como mientras estoy escribiendo, lo hago con las manos limpias y le bajo la pantalla siempre que acabo para que no se llene de polvo. Me inquieta el misterio. Es de color blanco por lo que se ve perfectamente la suciedad.

Me perturba el hecho y me condiciona la escritura. Soy una persona muy limpia y este descubrimiento me ha abrumado. No en sí porque este sucio el teclado, que a fuerza de paciencia se puede limpiar, sino porque no sé qué puedo hacer para evitarlo, pues no he sido consciente de qué ha pasado para mancharlo de tal manera.

Si analizo algo mejor, veo que tiene polvo y unas manchitas redondas y pequeñas como si hubiera caído algún tipo de líquido. Supongo que la propia grasa de los dedos debe servir como atrapapolvo y de ahí las manchitas.

No he podido remediarlo, he dejado mi silla y me he ido al lavabo a buscar dos bastoncitos para los oídos. Los he pasado interteclas y han salido sucios de polvo, aunque he conseguido bien poca cosa ya que continúan estando las manchitas redondas. Conclusión: voy a tener que ponerle un limpia algo. Aunque el pensar que pueda mojar el mecanismo del teclado y dejar de funcionar me causa pavor. No estoy yo por los menesteres, ni económicos ni temporales para adquirir un nuevo portátil si deterioro este.

En fin, lo mejor para mi salud mental es que procrastine la limpieza y me dedique a otra cosa. ¿Escribir?, escribe, ¿no?

2 comentarios:

Desbordamientos Puntuales dijo...

Bufffff... Lo único que puedo decirte (que creo que no va a consolarte nada) es que te entregues a la mierda. Por muy limpia que seas, el teclado se ensucia con mirarlo. Además, me parece un síntoma buenísimo de que lo usas y con el mejor de los fines: escribir. Un fuerte abrazo.

dintel dijo...

Desbordamientos Puntuales, el otro día lo limpié y hoy sigue limpio. Eso sí, no lo miro para nada, bueno, solo de reojo.