20/10/19

Un poco más de cuántica


La terapeuta quiere saber cómo voy con el tema de la superación de la ruptura. Le hablo y quiere que le hable más. Es la primera vez que me pregunta directamente por mi pareja. Siempre ha dicho que para hacer terapia no necesita saber nada de ella. Que trabajaremos sobre mí. Y eso es lo que llevamos haciendo estos últimos meses. Hasta hoy que ha mostrado un extraño interés sobre el tema.

Le he contado que a veces tengo la sensación que me estoy engañando porque me siento bien, vivo feliz, hago un montón de cosas y casi no pienso en ella. Y de repente, las dos últimas semanas no me la saco de la cabeza. Deseo saber de ella, cómo le va la vida, si me añora tanto como yo, si las cosas que hace le llenan poco y siempre va acompañada de un vacío.

Mi terapeuta me pregunta si eso me produce malestar o angustia. Le contesto que no, que pienso en mi ex sin dolor alguno, que no siento nada. Ella me dice que es imposible y me empieza a concatenar unas conclusiones que se saca de la manga pero dan absolutamente en el clavo y acabo dándole la razón. Sí que siento, dice ella, “rabia”.

Sí, no me queda otra que admitir que tengo rabia, pero hacia un hecho en concreto. Al pensar en ella, tengo una parte del cerebro ocupada sintiendo su ausencia, su silencio, nuestro amor y desamor y eso me hace estar rabiosa; porque haga lo que haga, no estoy al cien por cien conmigo misma. Y para hacérselo entender le hice la analogía de que era parecido a tener el síndrome del miembro fantasma. Ella me comprendió enseguida y me dijo:

Lo mismo vuestro amor no es de esta dimensión y tienes que aprender a aceptarlo y aprender a vivir con ello. Para poder encontrar otro amor, aquí, ahora y en esta dimensión.

Volviendo a casa, mientras conducía pensaba:

Bastante tengo con regir mi vida amorosa en una dimensión para que ahora tenga que ocuparme de una segunda. Miedo me da esta vida cuántica a la que me están empujando.

No hay comentarios: