7/10/08

La ternura del dragón

Me han saltado las lágrimas hacia el final, no porque explique algo lacrimógeno, sino porque mi empatía ha sido tan grande que he llorado para no gritar “¡qué duro es crecer!” (dejar atrás los mundos de Yupi).

Esta novela ya tiene unos años (1983), es del siglo pasado (qué bien queda decir esto), pero creo que es de aquellas historias que perdurarán a lo largo del tiempo sin envejecer.

Totalmente recomendable para todo el mundo; es más, en la librería donde lo adquirí, me quedé sorprendida de la pila de ejemplares que tenían y el vendedor, que pareció leerme el pensamiento, me dijo: “es que el instituto de aquí al lado lo ha cogido como libro de lectura”. Entonces, dudé. “Será otro pijamín a rayas”. Pero haciendo caso de mi famoso refrán “libro que toca mi mano hay que meterlo en el saco”, lo compré. Era una manera, también, de ver qué leían los jóvenes (por obligación, que tengo muy claro que la lectura de libros es algo que linda con lo obsoleto) actualmente. De todas maneras, seguro, seguro, que no les gustará cómo me ha gustado a mí, porque en realidad, es un libro para adultos.

5 comentarios:

Blau dijo...

Dintel, yo sin tener que leer ese libro se que los Drac son tiernos, me hubieses preguntado.

Un beso

* Sine Die * dijo...

Yo también soy del siglo pasado...

Buscaba un libro...lo encontré.

Gracias... :)

AdR dijo...

"libro que toca mi mano hay que meterlo en el saco"

No tienes tú peligro ni na :)

Sandra Sánchez dijo...

Otro apuntao pa cuando vaya a la biblio...(yo es que voy con libretina y todo jeje)
;)

JESUS y ENCARNA dijo...

que duro es crecer!!! i tant!!!
Petonets
Encarna