Existe una línea, una fina línea que separa lo humano de lo cruel, porque me niego a pensar que el hombre es de naturaleza cruel, me niego a creer que, en él, tal maldad sea característica, me duele menos pensar que la crueldad no es más que un estado que puede alcanzar cuando cruza esta fina línea fronteriza de la que hablo.
Tú la atravesaste, porque tu rabia te impidió ver con claridad el suelo que pisabas y caminaste torpe por los límites de lo humano, sin tantear el terreno en el que te hallabas. Y hacer daño fue el ungüento que encontraste para sanar tu impotencia, tu rabia. Entre tinieblas proferiste esos gritos e insultos, pero sé, a pesar de lo que la gente opine, que te hallabas perdida, buscando la transparencia de la cima del amanecer, porque tu corazón, oscurecido por tu verdad, anhelaba la albada de un nuevo día.
No hace falta que las palabras surjan entre nosotras. Yo sé, igual que tú sabes.
3 comentarios:
Bueno, es que la maldad o humanidad, tanto por la persona que lo ejerce, como por quien lo valora, es aleatorio. El primero, sujeto a la socialización, y volición, y el segundo, según que sistema de valores existan o tenga asumidos. Besos
Yo tampoco entiendo que la crueldad sea una característica de la personalidad o un estado sentimental.
Todos podemos ser crueles según las circunstancias que se tercien, y la mayoría de las veces lo hacemos sin pensar. Las mejores cosas que hacemos los hombrese se deben a la verguenza de nuestros errores.
Pdta: Espero que te haya gustado mi blog, un beso!
Yo creo que la crueldad, como su alter ego, la bondad, forma parte de todos nosotros. Ser cruel a veces es una forma de gritar y de conjurar el dolor.
Publicar un comentario