Qué fácil y sencillo es amarte. No tengo que realizar ningún esfuerzo por mi parte. Cuando me despierto primero que tú y te veo durmiendo, boca abajo, tapada con el edredón color berenjena hasta la cabeza e imagino tu desnudez, fruto de la búsqueda de placeres nocturnos, me sobrecoge al escena y esos ratoncillos que viven en mi estómago, que no callaron en nuestras primeras citas, vuelven a ponerme la piel de gallina y a llenarme el corazón de calidez.
O cuando entro en la cocina y te descubro limpiando mejillones o preparando una tortilla de patatas no puedo evitar enternecerme y pegar mi cuerpo al tuyo, por detrás, porque necesito que sepas que no me separaré de ti.
También, cuando compartimos película, sofá y manta, y te miro y te veo atenta a la pantalla, y me pillas in fraganti la mirada y te extrañas porque llevo un rato contemplándote y no entiendes cómo me resulta más interesante hacerlo que seguir la historia que la tele nos narra, entonces mi pie va en busca del tuyo para sentir tu contacto desde la raíz. Y no necesito más porque me siento llena y, sobretodo, feliz.
Qué fácil y sencillo es amarte.
7 comentarios:
A mí esto también me pasa ...
yo también me sumo a esta lista de sentires.
Precioso dintel.
Saluditos!
Hola Dintel,
gracias por sumarte a las felicitaciones de Cris. Vaya descubrimiento este bonito blog tuyo. Muchas afinidades presiento: a mí me pasa con Amapola lo de cuando está en la cocina, abrazarla por detrás, pegar mi cuerpo al suyo para que sepa que permanecería así toda mi vida...
Si no te importa, visitaré asiduamente tu portal, para establecer conexiones literarias.
Un abrazo enoooorme
Muchas gracias por tu visita, me he pasado por aqui y me ha encantado tu blog, lo sumare a mi lectura diaria. Un saludo.
Que bonito... yo tambien quiero que alguien sienta eso por mi jaja
besos!
Uhmmm, muy tiernito, me ha encantado.
;)
Coincido en lo de tierno
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