
Si resuelves el dilema encontrarás la salida y ampliarás mi condena enfrentándome con la herida.
Hazme pues ese favor y acelera la partida hacia un poema mejor, lejos de esta malparida.
Acabo de finalizar su lectura hace a penas unos segundos. He tardado un par de horas en devorarlo el libro. Realmente es le libro porno de Oscar Wilde, palabras con las que me fue presentado y dejado este ejemplar.Eso es lo que hago, ciertamente, cuando alguna idea o palabra ronda por mi mente la apunto en mi libreta. Colecciono palabras, que se entremezclan con listas de la compra, tareas pendientes, teléfonos y notas del momento, y reseñas de libros, películas y exposiciones. Muchas de esas palabras e ideas se quedan en la libreta sin llegar a convertirse en ningún tipo de texto. Las que gozan de más suerte, acaban colgadas en el blog, o escritas sobre papel, para ser regaladas a alguien. He cogido algunas ideas que tenía anotadas desde hace tiempo y que, por ahora, la única manera de que vean la luz es formando parte como retazos de este post.
- Saltar al vacío con cada escrito.
- Abrí el balcón, miré hacia abajo. Miedo daba pensar en el momento del choque. Con las manos agarradas en la baranda, dejé mi pensamiento libre permitiéndole acceso a tiempos vetados. Descubrí ramas arrojadas sobre recuerdo
- Trenza tu amor al mío y escondámonos de los espejos. Deja que las ramas caigan sobre tus reminiscencias. Libera tu pensamiento para que libe el amor que por ti siento. Olvida y vive, que el subconsciente no aletee en los recuerdos que con el aire de sus alas los desempolva.
- Respiro tu imperturbabilidad y noto que mis esperanzas caen al suelo; qué socarrón el destino que me ha unido a ti para toda la vida. Pierdo los estribos cuando veo tu aire de feliz placidez. Mi mirada se convierte en fuego y te achicharro bajo una corriente alterna de palabras que logran traspasar el escudo de vacío tras el que te proteges.
- De todos los odios que siento el que lleva tu nombre es mi preferido.
- Hubo un tiempo en el que me tocó beber el olvido a tragos. Ahora, me he acercado a ti, sin que lo sepas, por detrás, y me has olido a tiempos pretéritos. Ahora sé con certeza que te he podido olvidar.
La verdad es que el libro, a parte de ser una promoción y publicidad de la Escuela de Letras de Madrid, Fuentetaja, aporta poca información para personas que estén dedicadas a la enseñanza de la escritura. Pretende, eso sí, ser una reflexión, sobre varios puntos de la pedagogía de la Escritura Creativa.¡¡¡Venga, niños, todos a leer!!! A ver si conseguimos que los adolescentes y los adultos lean.
“Yo soy aquello que he leído y aquello que estoy dispuesto a leer.” Jaume Cabré
“La lectura es el primer ladrillo para crear niños con pensamiento autónomo, divergente y cuestionador de todo lo que se les puede dar como verdad única e indivisible.”
“Primero lee tú, i los otros imitarán el placer que expandas” Emili Teixidor
“Los lectores no surgen en casas vacías de libros. Aquí hay la gran diferencia. Aquí hay la gran dificultad.” Doris Lessing
Lo he recibido por correo. Según la información adjunta que me ha llegado es un corto que ganó el Festival de Cine de Dublin.
Lo que más me ha impactado es el hecho de que hasta que no sueña, no empatiza. Aquello de que sólo vemos a la gente con el brazo roto cuando el nuestro va escayolado. Aquello de que el Ayuntamiento sólo arregla una acera en mal estado cuando una señora mayor se ha partido la crisma al tropezar con una baldosa levantada. En fin, aquello de que si no nos pasa a nosotros no pensamos en los demás.
¿Veis algún otro mensaje subliminal?
Los personajes decían que eran los campaneros de la muerte y te amenazaban con el dedo. Me he acercado mucho y uno de ellos me ha amenazado directamente a mí. Yo me he reído, cosa que le ha hecho enfurecer y ha bajado de la tarima de madera para perseguirme. En realidad, sólo ha hecho el ademán.
Cuando ha empezado la música, instrumentos de percusión como tambores, baterías y sobretodo campanas, campanas de diferentes tamaños que daban diferentes notas de diferentes escalas, han levantado la estructura. En ella estaba el campanero mayor, los músicos y también unos acróbatas y trapecistas.
La estructura ha girado, ha cambiado de color, se ha abierto como si fuera una flor y todo ello bajo notas musicales que a veces recordaban El Cascanueces de Tchaicovsky.
No he podido quedarme a contemplar todo el espectáculo. Hacía frío y el cansancio de estar de pie me lo empezaba a notar. Cuando ya me iba, me he girado y he tomado esta última foto.
Es imposible describir las sensaciones que he tenido mientras contemplaba todo el espectáculo, el público y el ambiente que se había creado. Creo que cada vez me sensibilizo más con las cosas y esto me lleva a disfrutarlas desde una perspectiva nueva y desconocida para mí. Seguiré hablando de esta cuestión.
Ni que decir tiene que la cámara por la noche no echa buenas fotos, como se puede comprobar.


Con qué cristalinas palabras forma la visualidad de sus relatos. Describe perfectamente el pensamiento de los personajes. Me ha dejado maravillada. Quién pudiera dominar el lenguaje de esta manera y contar historias de esta sencillez, que por tal es belleza.
¿Qué puedo decir de este libro? Una maravilla más de Irène Némirovsky. Con este creo que me los he leído todos, salvo que haya alguno más perdido entre los papeles de alguna editorial. Tiene una facilidad de narración que me encantaría poseer. Es visual, elegante con las palabras y con una mirada crítica que sorprende por la aparente sencillez de lo narrado. Realmente crea adicción, por su sencillez y su cercanía (dicho en la solapilla del libro), empiezo el libro y no puedo hacer otra cosa que leerlo hasta que lo acabo, luego me sabe mal, porque me da la impresión de que podría haberlo disfrutado mucho más. Me ha gustado, como todas sus obras; creo que es una autora que debe leerse y yo ya he cumplido con mis deberes.
Nací para escribir; con el impulso necesario para priorizar la escritura en mi vida, con la capacidad de extraer el material de lo cotidiano y con el arte de robarle al tiempo mi tiempo para las letras. El hábito no me hizo monje sino escribiente. Crecí junto a las musas y me conozco todos los recursos para atraerlas.
Lectora soy, no cabe menor duda. Leo todo cuanto cae en mis manos, además de las palabras escritas que robo por ahí. Cayó este libro en mis manos hará un año, más o menos y se me traspapeló entre los múltiples montones de mi despacho. Hace un par de días, repasé montón a montón buscando un papel que, por cierto, no he encontrado y hallé la maravilla de la que os estoy hablando. La edición es del año 80, supongo que por el tipo de portada se puede llegar a averiguar.
A veces tengo un pensamiento tan Mafalda que me sorprendo a mí misma, aunque no es cuestión de hacerle la prueba de paternidad a Quino, seguro que algo tengo que ver con él. ¿No dicen que tu mapa de cromosomas se puede parecer más al alguien que está en la otra punta del mundo que al tu hermano?